Estaba reunido en el laboratorio con mis primos Anselmo Humberto, Luis Arcadio y Guillermo Antonio cuando un resplandor pareció venir procedente del exterior. Salimos de nuestra esfera para dirigirnos hacia el cubo de basura, de donde parecía provenir el destello. Un brillo intermitente de color verdoso, que emitía un agradable zumbido, llamó nuestra atención. Al sacarlo de su recipiente, resulto ser un dispositivo compatible con nuestro instrumental psicofónico, con el que estamos investigando diversos casos de manifestaciones teleplásticas procedentes del espacio exterior. Temerosos de cuáles podrían ser los resultados de la interconexión, pero superados por la curiosidad, conectamos el misterioso dispositivo a nuestra matriz de análisis acústico.
Lo que aconteció entonces ha cambiado nuestras vidas para siempre. Una cara con forma de robot de bastas formas cuadradas nos anunciaba el siguiente mensaje: "MI NOMBRE ES ROÑATRON Y HE VENIDO A COMUNICAROS QUE EL MOMENTO ESTA CERCANO. LOS ORNIS VAN A VENIR Y VAIS A FLIPAR". A continuación comenzó una transmisión teleplástica directa a nuestras mentes, implantando engramas audiovisuales de diversas canciones y temas musicales que han quedado impresos en nuestro córtex cerebral y que reproducimos en varios formatos en nuestras actuaciones y manifestaciones. ROÑATRON para las MENTES, ROÑATRON para los CUERPOS, ROÑATRON para las MÁQUINAS.
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